Todos podemos sufrir acidez en algún momento de nuestras vidas, pero ¿sabemos realmente qué es la acidez y cómo funcionan los fármacos que nos alivian los síntomas?
La acidez gástrica es un problema frecuente, a menudo relacionado con el estilo de vida actual. Acostumbramos a llevar un ritmo frenético, vivimos estresados y nos enfrentamos a tensiones laborales y familiares, situaciones de nerviosismo y, desgraciadamente, a comidas rápidas que nos llevan a mantener dietas desequilibradas.
La acidez es una sensación dolorosa que se presenta en el esófago. El dolor suele originarse en el pecho y puede irradiarse hacia el cuello y la garganta. Esta sensación también se denomina pirosis.
Tras ingerir los alimentos el esfínter esofágico inferior cierra el esófago. Si este músculo no logra cerrarse bien, los contenidos del estómago pueden ser devueltos al esófago, en lo que se denomina reflujo. Es este material parcialmente digerido el que irrita el esófago causando acidez y otros síntomas.
Para corregir la acidez, se utilizan los llamados antiácidos. Éstos tienen como finalidad neutralizar el exceso de ácido secretado por el estómago, proporcionando un alivio rápido y transitorio de los síntomas de la acidez. El antiácido regula el pH estomacal, que debe estar comprendido entre 3,5 y 4 como ya os contamos en un post anterior. Cuando el pH es inferior, aparece la sensación de acidez de estómago.
Los antiácidos se clasifican en sistémicos y no sistémicos.
Los sistémicos (como el bicarbonato sódico) son de acción rápida, poco duradera y pueden tener efectos secundarios como el estreñimiento. Los no sistémicos (derivados del aluminio, magnesio y calcio) tienen una acción más lenta y sostenida, no presentan efectos secundarios y prácticamente no se absorben. El almagato (mezcla de hidróxido de aluminio y magnesio), compuesto principal de Almax, se incluye en este segundo grupo. Este antiácido neutraliza el ácido clorhídrico e inhibe la pepsina activa y mantiene el pH gástrico por un periodo prolongado.
Muchos de estos antiácidos se presentan en pastillas masticables, no deben administrarse a menores de 12 años y debe consultarse un médico o farmacéutico antes de automedicarse en caso de embarazo, lactancia, dietas bajas en sal o mientras se estén consumiendo otros fármacos.
Ahora ya sabes cómo actúa Almax 😉